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LAVADO DE ACTIVOS MÍ BARRUNTO

La situación de Luis Sánchez Aranda, dueño de la cevichería Mi Barrunto, plantea una serie de reflexiones sobre la percepción pública y los prejuicios que pueden afectar a los empresarios exitosos, especialmente aquellos que provienen de orígenes humildes o que no encajan en los estereotipos tradicionales de éxito empresarial.

Publicado: 2025-02-13

Por Dimas Perú 

En primer lugar, es importante reconocer que el éxito empresarial no tiene color ni origen social.

Sánchez Aranda ha construido un imperio gastronómico a partir de la venta de ceviche, un plato tradicional peruano, y ha logrado generar ingresos significativos que, según él, están debidamente declarados ante las autoridades.

Su caso es un ejemplo de cómo la dedicación, la visión empresarial y la gestión eficiente pueden llevar a un negocio a alcanzar grandes alturas, independientemente del origen de su propietario.

Sin embargo, la declaración de Sánchez Aranda también pone de manifiesto los prejuicios que aún persisten en la sociedad.

El empresario menciona que se cuestiona su éxito debido a su color de piel, lo que sugiere que hay una percepción arraigada de que ciertos grupos étnicos o sociales no pueden alcanzar el mismo nivel de éxito que otros.

Este tipo de prejuicios no solo es injusto, sino que también puede desmotivar a muchas personas talentosas y trabajadoras que podrían contribuir significativamente al desarrollo económico y social de sus comunidades.

Además, el caso de Mi Barrunto resalta la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas en los negocios. Sánchez Aranda ha declarado que todas sus ganancias están registradas ante la SUNAT, lo que es un paso crucial para mantener la confianza pública y evitar acusaciones de lavado de activos u otras actividades ilícitas.

La transparencia en los negocios no solo es una obligación legal, sino también una responsabilidad ética que contribuye a la estabilidad y el crecimiento sostenible de la economía.

Por ello es importante saber que la historia de Luis Sánchez Aranda y su cevichería Mi Barrunto es una lección sobre cómo el esfuerzo y la dedicación pueden superar barreras y prejuicios.

También nos recuerda la importancia de juzgar a las personas por sus méritos y logros, y no por su apariencia o origen social.

Finalmente, subraya la necesidad de transparencia y rendición de cuentas en el mundo empresarial para construir una sociedad más justa y equitativa.


Escrito por

Red Comunicadores Press

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